Los factores que
intervienen en los accidentes eléctricos se pueden clasificar en factores
técnicos y humanos.
Dentro de los factores técnicos
mencionaremos los siguientes:
Intensidad
de la corriente que pasa por el cuerpo humano: Se ha demostrado
experimentalmente que es la intensidad que atraviesa el cuerpo humano y no la
tensión la que puede ocasionar lesiones debido al accidente eléctrico.
En este sentido comentar que a
partir de 1 mA de corriente alterna ya se comienzan a percibir hormigueos, y
que hasta intensidades de 10 mA del mismo tipo de corriente, la persona aún es
capaz de soltar un conductor.
Tiempo
de exposición al riesgo:
No podemos hablar de valores de intensidad sin relacionarlos con el tiempo de
paso por el cuerpo humano. De esta forma, para cada intensidad de corriente se
establecen, según el tiempo de contacto, tres niveles:
Nivel de
seguridad:
Abarca desde la mínima percepción de corriente hasta el momento en que no es
posible soltarse voluntariamente del conductor. En dicho periodo no se produce
afectación cardiaca ni nerviosa.
Nivel de
intensidad soportable:
Se produce aumento de la presión sanguínea y alteraciones del ritmo cardiaco,
pudiéndose llegar a parada cardiaca reversible. Además, el nivel de consciencia
va disminuyendo llegándose al coma por encima de 50 mA.
Nivel de
intensidad insoportable:
Estado de coma persistente y parada cardiaca.
Recorrido
de la corriente eléctrica por el cuerpo humano: Las consecuencias del contacto
dependerán de los órganos del cuerpo humano que atraviese la corriente. Las
mayores lesiones se producen cuando la corriente circula en las siguientes
direcciones:
-Mano izquierda - pie derecho.
-Mano derecha - pie izquierdo .
-Manos – cabeza.
-Mano derecha - tórax (corazón) -
mano izquierda.
-Pie derecho - pie izquierdo.
Naturaleza
de la corriente:
Diferenciamos entre corriente alterna y corriente continua.
Corriente
alterna:
Su característica fundamental es la frecuencia, de tal modo que esa alternancia
en el sistema cardiaco y nervioso produce espasmos, convulsiones y alteraciones
del ritmo cardiaco.
Corriente
continua:
Suele actuar por calentamiento y generalmente no es tan peligrosa como la
alterna, si bien puede inducir riesgo de embolia y muerte.
Resistencia
eléctrica del cuerpo humano: Entre los factores determinantes tenemos la edad,
el sexo, las tasas de alcohol en sangre, el estado de la superficie de contacto
(humedad, suciedad, etc.), la presión de contacto, etc.
El valor máximo de resistencia se
establece en 3000 Ohmios y el mínimo en 500 Ohmios. La piel seca tiene una gran
resistencia, del orden de 4.000 Ohmios para la corriente alterna. En el caso de
piel húmeda se reducen los niveles de resistencia hasta 1500 Ohmios, con lo que
sólo con 100 V la intensidad que atraviesa el organismo puede producir la
muerte. La sudoración también es un factor que puede disminuir la resistencia
de la piel.
La resistencia en el interior del
organismo es, en general, 1000 veces menor que la de la piel, siendo menor para
la corriente alterna. En el interior del organismo la resistencia disminuye en
proporción directa a la cantidad de agua que presentan los distintos tejidos;
así, de mayor a menor resistencia tenemos los huesos, el tendón, la grasa, la
piel, los músculos, la sangre y los nervios.
Tensión
aplicada:
Definimos la "tensión de contacto" como la diferencia de potencial
que pueda resultar aplicada entre la mano y el pie de una persona que toque con
aquella una masa o elemento sin tensión. En ausencia de contacto con elementos
aislantes, aumenta la tensión de contacto y se favorece el paso de la
corriente. Las tensiones más peligrosas son, para la corriente continua, las
cercanas a 500 V, y para la corriente alterna las próximas a 300 V.
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